Madre soltera necesita ayuda
Señor director:
Por la presente necesito pedir ayuda y que alguien me explique lo que paso a comentarles.
Soy una mamá soltera con una niña de 11 años que según Tribunales en situación de riesgo. Esto fue a fines de 2013, cuando me acerqué para hablar con la jueza de Menores, la cual nunca me atendió.
La que sí me atendió fue una abogada, no recuerdo el apellido, también intervino un ente municipal que se comprometió en ayudarme. De Tribunales nunca más supe nada.
Desde agosto de 2014 percibo una pensión no contributiva de 2.595 pesos y pago un alquiler de 2 mil pesos.
Cuando comencé a percibir la pensión, inmediatamente me retiraron la Asignación Universal por Hijo (AUH), yo sabía que iba a ser así porque cuando se inició el trámite me hicieron firmar una planilla donde decía que renunciaba a este aporte, ya que comenzaría a cobrar el salario por mi hija, pero que tardaría un año y medio más o menos para que lo comience a cobrar o sea que sería en marzo o abril del próximo año.
Ustedes, señores funcionarios políticos, ¿tienen idea de lo que es tratar de sobrevivir con 590 pesos por mes?
Lo que más me molesta y me llena de impotencia es saber que hay gente que cobre la pensión y la AUH.
Hace un par de meses, me enteré en el Banco Nación, que una mamá como yo con una sola hija cobraba y cobra ambas cosas. Además, me mostró los recibos porque yo no lo podía creer.
¿Cómo es la cuestión?¿Unos sí y otros no o es según la cara?
Por intermedio de una red social le pregunté a la señora Liliana Ghisolfi sobre esta situación a la cual no tuve respuesta. Sí me habló sobre mi expediente (trámite del salario por hijo) y me dijo que ya estaba en Buenos Aires. Por otra parte me pidió que calculara la cantidad de trámites que tienen.
Quiero destacar que Liliana es una excelente persona. Yo no sé, en este caso, quién lo dirige, ¿el ANSES? Digo por lo de la Asignación.
Yo no estoy pidiendo nada gratis. Sólo quiero trabajar dignamente, pero como soy una mujer de más de 40 años y con 20 de experiencia laboral administrativa, no consigo trabajo, mucho menos con estos famosos planes del Plan Primer Paso (PPP).
¡Las personas mayores de 35 años de edad quedamos fuera del sistema! Hay planes para todos menos para nosotros.
Siempre trabajé y crié a mi hija sola porque el papá falleció cuando ella era bebé. Yo no sé pedir y no quiero vivir de planes sociales ¡Quiero y necesito trabajar!
Espero una respuesta favorable porque ya no sé para qué lado disparar.
Usted, señor intendente Eduardo Accastello, creo y confío en que podría hacer algo por nosotras. Desde ya, muchas gracias.
R. M
DNI: 22.738.467
Somos lo que decimos y hacemos
Toda persona en el transcurso de su vida va cambiando, tanto en la forma de pensar y hablar, como también en su comportamiento; de hecho nuestra vida está sometida al cambio. Y como todo es energía, todo cambio en la estructura energética, por muy pequeño que sea, es registrado en la contabilidad cósmica de forma precisa, bien como “debe” o bien como “haber”. Toda persona y toda alma penden por así decirlo, de una cuerda magnética, una especie de gotero invisible que lo registra todo sobre nosotros. A la contabilidad cósmica, la contabilidad de Dios, no se le escapa ni lo más mínimo. Así los astros del cosmos material son los encargados de dibujar, actualizar y transformar las energías, en base al comportamiento de cada uno de los seres humanos.
En ambos cosmos, tanto en el cosmos material como en el cosmos inmaterial, se registran todas las formas de comportamiento de los seres humanos, y se graban los errores de cada uno, pero también el camino de cada persona se actualiza y se cambia en el sentido energético, según sea el comportamiento de cada uno. La imagen completa del ser humano y del alma, es decir, todos los detalles, se graban en base al principio absolutamente justo llamado “emitir y recibir”. Y eso sucede a cada instante, porque el que registra es, como hemos dicho, justo. A estas fuentes de grabación, además de por otros nombres, se les llama también la contabilidad de los cosmos o la contabilidad de Dios.
Todo pensar y obrar que no esté en el sentido de la ley absoluta del universo, de la igualdad, libertad, unidad, hermandad y justicia, forma la carga del alma. Sus cargas son para el ser humano causas, que más tarde desencadenarán en efectos, que por tanto hacen que entre en vigencia la ley de siembra y cosecha. Entre otras cosas, todas las formas de comportamiento contra los reinos de la naturaleza, contra plantas y animales, el abuso de la Tierra, todo nuestro comportamiento queda registrado tanto en el macrocosmos material, como también en el macrocosmos de sustancia sutil.
Por consiguiente, debido a la acumulación de energías surge un complejo energético que se ha creado por ejemplo, por comportamientos que han ido contra la vida, por aprobar e instigar guerras, por la explotación de la Tierra para apoderarse de sus recursos, lo que hace que los ricos se vuelven cada vez más ricos, y la pobreza y el hambre de este mundo por el contrario vayan aumentando. También los ladrones, los asesinos, los criminales e instigadores de guerras que no han reconocido su culpa y por tanto tampoco han pedido perdón, casi siempre regresan a la Tierra en una nueva encarnación con el ansia de obrar nuevamente en ese mismo sentido. Pero sin el perdón ni la reparación, las causas permanecen activas en el alma de quien las creó.
También vuelven a encarnar una y otra vez las almas que hicieron grandes promesas a Dios, el Eterno, y no las cumplieron. Este mundo sería mucho mejor si estas personas hubiesen permanecido fieles a Dios y si hubiesen vivido ellos mismos
Su mensaje, enseñándolo a otras personas de buena voluntad. Si así fuese, en este mundo no cantaría en gallo tantas veces al día.
Según la ley cósmica cosas iguales se atraen y en un momento determinado todo se pone en movimiento y ya sea una energía u otra, es decir, este comportamiento grabado o el otro, todo será atraído nuevamente por lo que es igual a él.
Por eso deberíamos tener claro que todos los comportamientos erróneos de nuestro pasado, tanto si nos son conscientes o si aún están como dormidos, están grabados y algún día se convertirán en efectos si antes no lo hemos purificado, ¿cómo? Arrepintiéndonos de nuestro comportamiento, pidiendo perdón y no haciéndolo más.
Como se ha dicho, esa ley justa se llama la contabilidad de Dios, la contabilidad de los cosmos. Nada, absolutamente nada se pierde.
Ninguna energía puede extinguirse, ni la buena, ni la menos buena, ni la mala. Nada se pierde, todo devenir en la Tierra está plasmado en el cosmos material.
También toda actitud de ayuda, así como toda violencia frente a personas, a la naturaleza y los animales está dibujada de forma precisa y se actualiza a cada instante en base a lo negativo y a lo positivo de la persona. Por eso leemos o escuchamos una y otra vez: ¡aprovecha el instante, aprovecha el día! Aprovechemos el día para poder reconocernos y cambiar a tiempo, antes de que nuestros propios efectos lleguen a nosotros en forma de enfermedades o golpes del destino.
Maximiliano Corradi
DNI: 27.090.991