“Cuando tenés un problema como este, la pobreza es como que te desborda, y se te mezclan unas sensaciones horribles”, resumió Gabriela Salas la lucha por la que atraviesa por la delicada salud de su hijo.

Santino Chávez tiene tres años y medio, y cinco operaciones al corazón. “Y necesita varias más hasta llegar a la adolescencia”, asegura la mamá. La última fue en marzo, y para cuando cumpla los cuatro años, en poco tiempo, deberá someterse a otra.

“Padece un retraso neuropsicomotriz, hizo tres edemas cerebrales y cuatro paros cardíacos, cosas que le dejan secuelas bastantes severas, por eso no camina ni habla”, explica la mamá.

Santino fue operado tantas veces -relató Gabriela- que de los tres años y medio que tiene, lleva dos internado. “El tiempo más largo que pasó internado de corrido fueron cinco meses y siempre en Córdoba”.

Gabriela relató las precarias condiciones en las que viven, la gran necesidad de un trabajo estable para su esposo, y el anhelo de ayuda para poder continuar la batalla diaria que sostiene contra la salud de su hijo.

“Ellos no entienden, y no le podés decir que no tenés algo para darles de comer, es algo que te supera en todo sentido. Es triste, es feo”, resumió.

El niño y su mamá, junto a Claudio, su papá, y Alfonsina, hermana de 5 años, viven en una casa que usurparon en barrio La Calera. “Necesitamos una vivienda, un lugar donde vivir y que Santino no pase el frío que pasa acá, porque se vive enfermando, y se nos hace difícil comprar los remedios y lo tenemos que internar cada dos meses”, apuntó.

Por fuera, la casa parece estar abandonada. Tiene los vidrios rotos, y ventanas que intentaron ser selladas. “Hace un año que estamos acá, usurpamos y sabemos que estamos mal, pero la dueña ya me pidió que nos fuéramos porque tiene que vender, sólo que ella no quiere hacernos un desalojo porque tiene consideración por nuestra situación, pero debemos irnos, no puedo esperar un desalojo y quedar en la calle”, mencionó.

Sobre la situación económica de la familia, resumió: “Mi marido fue a hacer una changuita, es albañil, por ahí alguna vez puede hacer mil pesos por semana, pero es complicado y yo no puedo trabajar porque tengo que estar encima de él permanentemente, y él ha perdido los trabajos fijos por las veces que tuvimos que quedarnos en Córdoba porque estaba internado”.

 

Para colaborar con Santino pueden contactarse al 154295025 o en Estados Unidos 1361

 

Ayudas y necesidades

 

Mientras Santino se muestra inquieto en un cochecito, Gabriela señala una repisa donde están todos los remedios que requiere. “Son unos $500 pesos de remedio cada una semana o diez días”, apuntó.

Antes de enumerar lo que necesitaría de la sociedad villamariense, aclara que “no pido plata, porque a veces es chocante, más allá de que nunca me alcance, pero que me ayuden como sea”.

“Pañales, leche, ropa, mercadería, medicamentos, lo que sea”, señaló. “Cuando tengo que viajar al médico a Córdoba también tengo un gasto importante”, agregó, y enfatizó, por sobre cualquier cosa, que suena con una vivienda.

Gabriela recordó que “en  2012 fui a hablar con el intendente Accastello y me dio un subsidio por única vez de 2 mil pesos que lo gasté todo en medicamentos, y hasta tuve que salir a pedir porque no me alcanzaba porque estaba recién operado”.

Hace tiempo que intenta lograr alguna ayuda permanente por parte del municipio. “También le hice una carta y lo que le pedí en ese momento es lo mismo que le pido ahora: una vivienda para Santino”, recalcó.

“Me dijeron que me iban a poner en un plan de emergencia, y si no dijeron que iban a ver la casa donde yo vivía, que era en el Roque Sáenz Peña y la iban a intentar arreglar, pero no pasó nada. Necesitamos un lugar donde pueda estar bien, calentito, que no tenga que estar cada dos meses internado, porque se nos hace difícil, para cada internación de él tenemos que irnos a Córdoba”, subrayó y agregó: “Fui al MuniCerca para que me ayudaran con la medicación, y me dijeron que tenía que hacer unos trámites y después esperar, pero con la medicación de él no puedo esperar”. 

Más allá de esto, sí se ha encontrado con gente que la ayudó: “Gente de Oliva me trajeron un andador, el doctor Zazzetti, que atiende en el Cruz Azul, me ha traído remedios, y otra chica me mandó una cuna. Además conmigo se contactó Rosa Cámpora, que me dijo que me iba a gestionar un subsidio por única vez también, y los otros días que no tenía ni un peso para el gas y ella se encargó de ayudarme y me mandó dos asistentes sociales. Además se van a hacer cargo de pagarme la luz”.