Sabe usted dónde comprar un corte de carne de cordero? Seguramente no. Sólo puede adquirirlo en algún establecimiento conocido, manteniendo una relación comercial directa entre el productor y el consumidor final.
Esa forma de comercializar limita la cantidad de ganado ovino en la región, aunque no pone límites a los proyectos del grupo de criadores que sueñan con estar en las carnicerías del país con cortes de esa sabrosa y saludable carne.
Para avanzar en la concreción de ese sueño, es que se reunieron en Arroyo Cabral 12 productores de la provincia de Córdoba que llegaron desde Huinca Renancó, Laboulaye, Marcos Juárez, Oncativo y otras localidades de la región.
Están integrando un grupo del programa Cambio Rural II, que les posibilita contar con un asesor técnico del INTA, además del trabajo asociativo.
Carlos Bergia, anfitrión de la reunión realizada el miércoles 24 de junio en su cabaña, “Pichi Maicono”, mostró las características de su emprendimiento que fue creciendo en los últimos años. Hoy tiene una cabaña con ejemplares de raza y un rodeo en el que priman las Texell, que son especiales para carne, por sus características de sabor y por ser magras, lo que las hace más saludables para el consumo.
Con el acompañamiento de su esposa y sus hijos, mantienen el rodeo con el propósito de llegar algún día a las carnicerías.
“Así como antes se pensaba en el ganado porcino sólo para comer lechones asados y con el tiempo, se logró que haya cortes de cerdo en las carnicerías, aspiramos a que algún día pase lo mismo con los corderos”, señaló. Y lo sabe por experiencia propia: en la casa consumen el cordero en milanesas o en guisos, por citar ejemplos.
Pero para llegar a las carnicerías, deben contar con un frigorífico que los faene y los distribuya. Ese fue el tema central de la reunión del miércoles último, en la que analizaron las posibilidades existentes y las propuestas de frigoríficos de Buenos Aires.
También tienen en carpeta una propuesta en el Profit, un programa del Ministerio de Economía de la Nación que en esta zona se implementa a través del Eninder. El objetivo a largo plazo de esa iniciativa es lograr un frigorífico regional exclusivo para animales menores.
Gerardo Colombano, titular de la cabaña “La Ovis”, de Villa Nueva, fue uno de los asistentes a la reunión.
En diálogo con EL DIARIO Rural, relató que ellos crían también las Texell “una raza que se está imponiendo en todo el país y que es muy adaptable a nuestra zona”.
“Pensamos primero en formar una cooperativa, pero como en Marcos Juárez hay una conformada por chicos muy jóvenes, ellos abrieron una sección ovina en la que nos sumamos”, agregó.
Colombano tiene 700 madres y proyecta llegar a 1.200, por el espacio que dispone.
“Aspiramos como grupo crecer a un ritmo de un 12% anual, por espacio de los próximos cinco años”, dijo.
Explicó que con la lana, hacen un acopio del grupo y la envían a Corrientes, donde la lavan, escardan y peinan, para que luego ellos puedan comercializarla en distintos puntos de la provincia, particularmente, a algunas cooperativas de tejedoras.
“Estamos llegando, de a poco, a vender la lana hilada y tejida, lo que le agrega valor a la producción. Tal es así que ya hemos concretado como grupo una primera exportación a Chile, gracias a que uno de los integrantes del grupo tiene matrícula de exportación”.
También está avanzando con su familia en la confección de prendas de abrigo hechas con el cuero del ganado ovino.
El sueño del grupo es volver a la cría de animales menores en el campo, fomentar el consumo de las producciones regionales y agregar valor en la zona. Ya están en marcha.