El exjuez español Baltasar Garzón, expulsado del cargo cuando investigó los crímenes del franquismo en su país, destacó en Córdoba que “lo que ha sucedido en la Argentina, con más de 600 condenados por estos graves delitos (de lesa humanidad), puedo decir que no se ha visto en ningún país del mundo”, y recordó el acompañamiento y apoyo de Néstor Kirchner y Cristina Fernández cuando fue suspendido.
Garzón asistió a un “locro popular” en el comedor de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), en un encuentro sobre “Independencia, Soberanía y Derechos Humanos” del que participaron el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, el periodista Edgardo Esteban y el filósofo Darío Sztajnszrajber.
En el encuentro, Garzón señaló que “es un orgullo que después de todo lo acontecido, fuese el primer país que me dio un abrazo” y por ello lleva “un tiempo en Argentina, trabajando en el Centro Internacional de Promoción de los Derechos Humanos, que tiene la categoría dos de la Unesco, que lo hace en la órbita de la Secretaría de Derechos Humanos”.
“Hubo dos personas que en España y al día siguiente de mi suspensión por haber investigado los crímenes del franquismo, me recibieron, me abrazaron y acompañaron. Fueron Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner”, resaltó el exmagistrado.
“Mi agradecimiento será permanente, en nombre de mi familia y de todas las víctimas de las dictaduras y de las injusticias”, enfatizó Garzón.
Señaló que “esta lucha y la respuesta institucional que en un momento histórico pudimos dar desde nuestro país y otros, no fue gracias a la intervención de los gobiernos o las instituciones. Fue gracias al empuje y compromiso de las víctimas”.
“Después -continuó- vinieron políticas integrales, pero conducidas por los organismos de derechos humanos. Como persona que no es argentina, lo dije más de una vez, llegó un momento histórico aquí”.
“Néstor Kirchner y la actual presidenta vieron claro donde tenían que estar y qué debían hacer, que fue la defensa de las víctimas. Lo digo sin ninguna subjetividad”, dijo el exjuez español.
Recordó que “la jurisdicción universal es que cualquier juez del mundo tiene la obligación de intervenir si no se actúa en el país donde ocurrieron los hechos y hay leyes que lo impidan; la jurisdicción universal impone la obligación de proteger a las víctimas”.
“Nada mejor que en el país donde ocurrieron los hechos para investigar, castigar, reparar. Lo que ha sucedido aquí, con más de 600 condenados por estos graves delitos, puedo decir que no se ha visto en ningún país del mundo”, concluyó Garzón.