Luego de que se hiciera público que en el Sanatorio Cruz Azul se había levantado la cobertura en traumatología a los afiliados al PAMI, inconveniente que se extendió entre miércoles y jueves de la semana pasada, Guillermo Díaz, uno de los tres traumatólogos del centro de salud, salió a explicar cuáles son las dificultades con las que deben lidiar y que desembocaron en este inconveniente.

“Soy el traumatólogo más viejo de la clínica y también soy socio minoritario, tengo el 1%, pero no tomo decisiones ni nada que se le parezca”, aclaró de antemano Díaz, antes de empezar a contar que “este problema no es nuevo, es viejo, pero se agravó ahora”.

Díaz explicó que la raíz del problema es que “el PAMI tiene una proveedora de prótesis para Ortopedia y Traumatología que es PRIMA SA y el tema es que nosotros vivimos en el interior del interior, entonces yo programo una cirugía de cadera para tal día y tengo que atender al paciente, pedirle los análisis, electrocardiograma y le mando el pedido de la prótesis a PRIMA; pero resulta que el día de la cirugía PRIMA no me manda la prótesis o llega mucho más tarde porque la mandan con un técnico en colectivo, que es un empleado de la empresa, y si llega tarde y ya mandaste el paciente a la casa, te dice que si no lo van a operar, se la vuelve a llevar, no te la deja”.

Esto genera dos grandes problemas, uno económico y otro con el paciente. “Uno tiene internado al paciente, le pone un suero, antibiótico y a las 8.30 de la mañana le decís que se tiene que ir y que hay que reprogramarlo”, contó el especialista de 56 años, lo que genera el lógico malestar de las personas: “La familia se enoja con nosotros porque los traumatólogos somos los únicos que ponemos la cara, porque te tenés que hacer responsable de que la prótesis venga, que esté estéril y que esté en el momento y ninguna de esas cosas depende de nosotros”.

El otro perjuicio a raíz de esta demora en el envío de las prótesis tiene que ver con que “si suspendo esa cirugía, perdí el tiempo mío, el tiempo del quirófano y de la clínica, lo que significa perder plata, además del tiempo de la instrumentista y la anestesista, entonces ocurre que si no opero, no facturo y por ende no cobro nada, entonces me paso todo el mes atendiendo afiliados al PAMI en consultorio, programando cirugías que no se van a hacer, y cuando viene el pago tres meses después yo no cobro nada”. 

Por esta razón es que decidieron, tal como lo habían hecho en octubre del año pasado, que “así no se puede trabajar”. La solución llegó a raíz de que la clínica se hizo cargo, al menos provisoriamente: “Nos pusieron un sueldo básico, nos dieron los cheques hasta 90 días, que es cuando el PAMI les paga, para que nosotros cobremos asegurado eso y después pelear la clínica para recuperar esa plata”.

La resolución de este problema se ha buscado constantemente. “La clínica habló 30 veces con el PAMI, pero no está en manos de PAMI Villa María solucionar este problema; nosotros, los médicos, quedamos en el medio, porque la gente se va a quejar al PAMI porque la prótesis no llegó y del PAMI le dicen que sí la autorizaron y es cierto, lo que pasa es que la empresa no la mandó. Pero llaman a la empresa y le dicen que ya la mandaron y en el sanatorio no está la prótesis”, detalló.

Díaz se encargó de dejar en claro que “el problema no es del PAMI Villa María y creo que tampoco del PAMI Córdoba, porque ellos no pueden decir ‘no le compramos más a PRIMA’ y listo; la voluntad del PAMI local fue siempre muy buena”.

Por otra parte, sobre el motivo de por qué se atiende a menos cantidad de afiliados al PAMI que de particulares u otras obras sociales, Díaz se sinceró y dijo: “Lamentablemente el PAMI paga la consulta 70 o 80 pesos a los 90 días y el particular paga $250 en efectivo, entonces si atendiéramos el PAMI solo, nos fundiríamos. El PAMI no es una mala obra social, es buena, brindan un buen servicio, porque los afiliados al PAMI son los más demandantes de todo, pero ocurre que tengo que tratar de manejar los horarios porque no nos conviene atender al PAMI solo ni a la clínica, porque nos terminaríamos fundiendo”.