La crónica de una larga historia puede llegar a tener un final feliz en los próximos días.
Todo comenzó a mediados de octubre de 2013 cuando Ecogas detectó una pérdida en la escuela Abraham Juárez y procedió al corte por protocolo. En ese momento, este medio informaba que docentes habían recaudado dinero para pagar a un gasista matriculado para que encontrara la pérdida y hasta habían comprado algunos materiales, pero la reparación dependía de la Oficina de Infraestructura de la provincia de Córdoba.
Desde ese momento, pasaron 20 meses, para que toda la comunidad integrante de la institución pudiera ilusionarse conque el problema fuera resuelto.
Es que, según confirmó una autoridad de la escuela ubicado en el barrio San Martín, en este momento se están desarrollando los trabajos para poder devolverle el servicio al edificio.
De hecho, las obras están en la etapa final, y en los próximos días se culminarían para que desde el Ministerio le den el visto bueno.
Según detallaron, hace aproximadamente un mes que están trabajando en el lugar y lo primero que estará listo será el sector en donde el alumnado realiza las clases prácticas.
Quejas y problemas
El hecho de no contar con este servicio escencial ocasionó dos grandes problemas en la escuela.
El primero relacionado con la calefacción. Al no contar con gas, los alumnos debieron soportar mucho frío dentro de las aulas, y actualmente están atravesando otra lucha contra las bajas temperaturas. El 10 de mayo, la madre de un alumno de la escuela se comunicó con la Redacción y detalló que “los chicos están sentados, no pueden tener gorro ni bufanda ni polainas porque la escuela no lo permite y están muertos de frío”.
Fue tal el hartazgo que Myriam, la mamá, en esa misma charla amenazó: “Los padres estamos cansados y hasta estuvimos hablando y analizando tomar la escuela para que hagan algo”.
Es que, además del frío, el otro inconveniente que provocó la falta del suministro tiene que ver conque los jóvenes se vieron imposibilitados de tener las clases prácticas en las materias que son talleres, por lo que durante más de un año y medio sólo tuvieron clases teóricas o los docentes se las rebuscaron para intentar tener algo de práctica.
Poco tiempo atrás, el 28 de marzo, EL DIARIO había publicado una nota en la que la directora, Ida Rosa Mansilla, aseguraba que habían recibido a personal de Infraestructura de la Provincia, que les prometía iniciar la obra que les devolvería el suministro de gas esa misma semana. La promesa no se habría cumplido.
En 2013, en estas páginas apuntábamos que el problema era complejo porque este tipo de instituciones, del plan provincial de escuelas, no cuentan con planos por lo que ante la detección de la falla habríaque obtenerlos para luego renovar todo el sistema de cañerías y colocar elementos de ventilación, que provisoriamente habían sido instalados por los docentes.
Ahora, con las obras avanzadas, parece que finalmente la escuela volverá a contar con algo tan básico y necesario que resulta difícil entender cómo es que se lo privaron desde hace tanto tiempo.