El clásico estuvo a la altura no sólo de emociones, sino también de gente. Es que, si bien el marco no fue tan grande como otras veces, superó las expectativas teniendo en cuenta el frío intenso.
Racing trajo desde Córdoba un poco más de 500 personas, muchas de las cuales provocaron cierta desorganización en la previa cuando encararon en contramano por la calle Alem, pasando la San Juan, buscando lugares para estacionar.
Allí, sólo un efectivo policial cortaba la esquina -como es habitual de acuerdo al operativo de seguridad- y por ello algunos vecinos tuvieron cierto temor, pero no pasó más de eso.
En el estadio la seguridad fue prácticamente impecable y no se registraron problemas, más allá de algunos cánticos cruzados que formaron parte de las hinchadas de ambos equipos.
El partido tuvo cuatro goles, fue entretenido y, en ese aspecto, fue una fiesta del fútbol en la “Placita”.