Daiana Bazán, la mamá de Benicio Rocha, un nene de 2 años que sufrió un accidente doméstico, apuntó hacia médicos de la Clínica de la Familia y del Hospital Regional Pasteur e inició acciones legales por poner en riesgo el dedo meñique de la mano derecha de su hijo.
El cuadro se registró en las primeras horas del sábado pasado.
En la noche del viernes, mientras se encontraban en la cocina de su departamento, un movimiento causó que la silla en la que se encontraba sentada Daiana impactara en el dedo del pequeño, lo que le provocó una herida.
Al detectar que le salía sangre, lo lavaron y tomaron algunas medidas luego de lo cual lo llevaron hasta la guardia de la Clínica de la Familia.
“Nos atendieron, nos pusieron en una camilla sin nada mientras a mi hijo le salía sangre y desde la Mesa de Entrada le pidieron a mi esposo que pagara los cien pesos y que presentara los papeles de nuestra obra social, que es la UOM”, relató ayer al ser entrevistada por EL DIARIO en su casa.
Luego del trámite, “nos pasaron a una guardia, cortaron un suero, le colocaron Pervinox y le taparon el dedo pero no se lo envolvieron, sólo lo taparon con gasa para que él no se lo viera porque estaba asustado. Llamaron a un médico colombiano y a un traumatólogo, que no fue. Ni siquiera nos atendió un pediatra”.
En este marco, el profesional colombiano le realizó una placa, que sirvió “para decirnos que no había daño en el hueso” y les señaló a los papás que “había que someterlo a una cirugía de 3 ó 4 puntos, una estética para que quedara todo bien”, algo que “el anestesista no quiso porque Benicio había cenado” y no podía aplicarle anestesia total como pretendían.
Tras esto, la familia intentó que el chico quedara internado, pero “nos dijeron que era algo que la obra social no nos cubría, lo cual ya constaté que no es cierto”, por lo que el personal buscó derivarlo sin suerte al Cruz Azul.
“Llamaron al Pasteur y les dijeron que no nos recibirían porque tenemos mutual. A nosotros no nos importaba esas cuestiones, incluso en la Clínica de la Familia íbamos a pagar lo que no se cubriera con la obra social”, continuó. Pese a esto, Daiana y su marido fueron al Pasteur con un matrimonio que se encontraba en la clínica y que se ofreció a llevarlos en su automóvil (“nosotros habíamos ido en moto y nos dijeron que nuestra obra social no nos cubría ambulancia, algo que no es así”) pero una vez en el nosocomio público continuaron los problemas.
“Escuché cuando la doctora Andrea Domínguez gritó: Para que trajeron a ese nene, no lo voy a atender porque tiene mutual”. Tras cruces verbales, la médica “le colocó a Benicio un inyectable, me recetó antibióticos e Ibuprofeno y me dijo que el dedo no tenía salvación. Se lo envolvió y nos dijo que a las 8 de la mañana nos iba a atender con el traumatólogo. Fuimos a esa hora y no estaba ninguno de los dos”. A las 9, “apareció la doctora Tais, pediatra de Benicio en los consultorios de la UOM, y nos aseguró que el dedo se podía salvar, que hasta un enfermero le podía haber hecho tres o cuatro puntos”.
La médica entonces “le cortó el pedacito y ahora Benicio está con antibióticos y curaciones y hay que esperar diez días para saber si hay que recurrir a un injerto”.
La otra versión
Qué dijeron los médicos
Tras la realización de la entrevista con la mamá de Benicio, EL DIARIO buscó conocer la versión de los hechos por parte de los médicos involucrados en el relato.
Desde el Pasteur, el vocero indicó que tal vez darían hoy su versión, mientras que uno de los directivos de la Clínica de la Familia dijo de manera telefónica que analizarían reflejar lo sucedido.