La limpieza de todas las dependencias de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) está tercerizada. Durante años, fue una firma de Villa Nueva la que tenía a su cargo el servicio, pero el año pasado, cuando se hizo un nuevo llamado a licitación, obtuvo la concesión la firma Beta SRL, oriunda de Tucumán.
Esta licitación abrió varios frentes de conflicto para la vicerrectora a cargo del Rectorado, Cecilia Conci, dado que debe afrontar varios juicios en contra de esa decisión.
Por un lado, EL DIARIO pudo conocer que la Justicia Federal tiene una presentación pidiendo la nulidad de la licitación.
Según explicó el abogado cordobés Fernando Machado, del estudio jurídico encabezado por Miguel Ortiz Pellegrini, “agotada la instancia administrativa, presentamos una demanda contencioso administrativa en la Justicia Federal”.
El motivo de esa presentación es que la empresa que ganó la licitación “presentó una propuesta por un servicio inferior al que pedían los pliegos”, señaló. Es decir, menos espacios para limpiar, menos personal contratado y por ende, menor precio. “No cumplen lo que pedía el pliego”, precisó.
La causa fue presentada en el Juzgado Federal de Villa María, pero el juez Roque Ramón Rebak se apartó por ser docente de la casa de altos estudios.
Frente a eso, la causa fue elevada a la Cámara Federal de Córdoba, donde por sorteo, se dispuso que el exjuez de Villa María, hoy al frente del Juzgado Federal de San Francisco, Mario Eugenio Garzón, sea el responsable de estudiarla.
Frente laboral
Pero el frente abierto por el pedido de nulidad de la licitación no es el único conflicto que generó la contratación de la empresa tucumana.
También se presentaron demandas laborales contra esa firma y, solidariamente, contra la misma Universidad.
Según consta en la denuncia laboral presentada en el Juzgdo específico de los Tribunales villamarienses, la empresa tucumana tiene una cuestionable modalidad de relacionarse con sus empleados: tras trabajar unos meses, les pide la renuncia para evitar sumar antigüedad de los trabajadores.
Una joven que se negó a firmar esa renuncia, fue despedida y por esa razón, llevó su reclamo a la Justicia.
Fuentes cercanas a la joven que perdió su empleo, informaron que hubo protestas de arreglo económico a cambio de que no se develara esa modalidad de pedido de renuncia, lo que fue rechazado. “Ella no quiere que a otras mujeres les pase lo mismo”, confiaron los allegados.
En definitiva, la nueva empresa trajo al menos dos frentes de conflicto: el que se sustancia en la Justicia Federal y el que se analiza en la Justicia Provincial.
Pero además, dentro de la casa de altos estudios habría disconformidad con el desempeño de la empresa, lo que, llegado al caso, sumaría testimonios para la causa iniciada por la prestadora de servicios de Villa Nueva.