Ubicado 70 kilómetros al norte de Villa María, Oncativo ya prepara las mesas de su evento madre. Se trata de una fecha muy arraigada, nacida de la larga tradición que los vecinos tienen en la elaboración de chacinados. Tanto así, que varios expertos consideran a los salames locales como los mejores del país. Que mejor entonces, que homenajear el arte de su manufactura con una reunión popular, que desde hace décadas convoca a paisanos y turistas.    

En concreto, la fiesta comenzará el viernes 14, de la mano de un gran baile animado por bandas regionales y coronado por Trulala. La agrupación que fundara  Manolito Canovas será la encargada de potenciar la alegría del encuentro, entre puestos de venta del producto estrella. 

Al día siguiente, los fuegos de artificio correrán a cargo del acto inaugural y la cena-show (cuyos números artísticos aún no han sido confirmados por la comisión organizadora). Ya en domingo, lo elemental pasa por el tradicional almuerzo del mediodía. Decenas de mesas y más de 1.600 comensales para probar las delicias de la zona (ni hace falta decir cuál es el protagonista de los platos) y escuchar a Fabricio Rodríguez. El crédito de Villa María irá a acompañado de bandas, humoristas y grupos de danza regionales.  

 

Otras actividades

Además, la otrora Fiesta Provincial del Salame Casero (la Secretaría de Turismo de la Nación le otorgó la actual designación en el año 2000) tendrá actividades como la “Elección del Rey del Salame” (que premia a los mejores artesanos del embutido en base a criterios como sabor, consistencia, aroma y color), la Exposición Comercial y de Servicios (que mediante stands ubicados en el mismo predio del club ayuda a promocionar otras particularidades del comercio, la industria y la cultura de Oncativo y su área de influencia), las Jornadas de Actualización Porcina (dirigidas a productores y especialistas en el tema) y el desfile de modelos locales. 

Vale destacar que los organizadores comenzaron a faenar cerdos y embutir unos dos mil kilos del chacinado desde hace un par de semanas, como parte de la primera tanda destinada a la fiesta. De acuerdo a los que saben de la materia, así se cumple con el proceso de maduración de 45 días, tiempo ideal para engendrar el salame más famoso.