Eran las 17 del miércoles cuando los ladrones ingresaron a la casa del conocido pedalista Oscar “Negro” Calderón, ubicada en Juana Azurduy 1945 del barrio Industrial, donde reside el deportista desde hace casi 30 años.
“Sé la hora exacta porque una vecina los vio, pero tuvo miedo y ni siquiera atinó a llamar a la Policía”, comentó a EL DIARIO el propio damnificado.
En ese momento, no había nadie en la casa, de modo que los amigos de lo ajeno pudieron actuar con total libertad para llevarse “alguna monedas, algunas ropas, un televisor, un reproductor de DVD, un equipo de música y, lo que más me duele, mi bicicleta de alta competición. Para mí, esa bicicleta, que es muy costosa, aparte del valor material tiene un gran valor afectivo. Es parte de mi vida, así que siento que se llevaron esa parte de mi vida”, dijo Calderón.
El pedalista detalló, además, que “eran tres chicos, de entre 12 y 16 años. La mano de uno de ellos quedó marcada en la puerta; la huella era de la mitad del tamaño de mi propia mano. Y afuera, en la esquina, había un tipo, mayor, que los monitoreaba. Supongo que era el campana. Andaba en una moto roja” y abundó: “Intentaron entrar por la puerta del frente. Hicieron fuerza, rompieron un poco el marco, pero la puerta no cedió. Entonces saltaron la tapia y probaron con la puerta del patio, que es de chapa. La barretearon hasta que saltó la cerradura y así entraron”, explicó la víctima.

La bicicleta

Calderón brindó detalles específicos acerca de la bicicleta que le sustrajeron, con la esperanza de que alguien la vea y le dé datos precisos que lo ayuden a recuperarla.
Se trata de una bicicleta profesional de alta competición, de aluminio, negra, marca Vairo modelo XR 9900. El rodado tiene además una horquilla blanca con suspensión Rock Shot.
“No hay muchas bicicletas así en la ciudad. Creo que las puedo contar con los dedos de una mano, o sea que es fácil de reconocer”, explicó el deportista, quien agregó que “si alguien tiene algún dato certero que me ayude a encontrarla, que por favor me llame al celular 154116607. Sabré recompensarlo generosamente”, aseguró Calderón.
Esta es la tercera vez que le roban al deportista en esa casa que comparte con sus hijos.
En relación a este hecho puntual, aunque comprendiendo el temor de su vecina, quien fue testigo del accionar de los delincuentes, el hombre lamentó que “la gente no se compromete, por temor o no sé por qué; porque podría haber llamado a la Policía y tal vez se podría haber evitado el robo”, dijo.
Calderón es empleado de una firma local, vive modestamente y ha dedicado los últimos 25 años de su vida al ciclismo, su verdadera pasión: “Creo que los chicos no sabían lo que estaban robando. Necesitaban en qué transportar el televisor, vieron la bicicleta y lo montaron encima. Así se fueron de mi casa”.