Muy eufórico concluyó el partido el entrenador Germán Vicario. Y no era para menos por lo que fue el cierre a pura alegría de la primera final con el gol sobre la hora de Mayco Rodríguez.
Por lo que, apenas Atorri finalizó el partido, felicitó uno por uno y abrazándolos a sus jugadores, que los reunió en pleno campo del juego y sin dudas brindó una arenga motivadora.
Y de allí, celebrando en una especie de posición de boxeador, se retiró a las duchas para luego sí dejar sus impresiones con el 1 a 0 a favor de su querido Yrigoyen. “El fútbol es así. En el último minuto, con la última jugada… Metimos cambios de velocidad en ataque, no fuimos mezquinos, como dicen. Había que ganar la final, lo hicimos en el sobre el cierre del partido y dimos un paso importante”, se descargó en primera instancia Vicario.
“Esto es para los que nos dijeron que somos mezquinos, que no podíamos y en el fútbol todo se puede. Hay que saber manejar la defensa y ataque, y no sé si el triunfo fue merecido, pero realizamos un buen partido. Lo que uno se imagina esta vez pasó”, apuntó enseguida.
En ese sentido, Vicario agregó que “manejamos los tiempos y no nos apuramos” para después sí bajar la exaltación y sentenció que “más allá del triunfo, sabemos que enfrentamos a un gran rival y falta mucho todavía”.
Por lo tanto, ante la consulta del significado del 1 a 0, explicó: “Sólo nos da la tranquilidad de jugar una tercera final. Nada más. Entonces, falta mucho y el rival que tenemos enfrente nunca se da por vencido, al igual que nosotros”.
En otro aspecto, habló de los ingresos de Rodríguez y Oliva, quienes fueron los protagonistas del gol: “En algún momento el desgaste de Nievas o Olmedo, quien trabajó hasta la 5 de la mañana, iba a aparecer y por eso teníamos con qué suplantarlos. Acá, principalmente, hay un trabajo de base de inferiores y a todos estos jugadores prácticamente los conocemos de memoria”.
“El primer tiempo nuestro fue muy bueno y consideró que hasta controlamos el balón. Y en el segundo tiempo nos desacomodamos, perdimos el equilibrio, tuvimos que rotar a Demichelis y Morre por las bandas, y Juan (Bianchi) quedó algo solo en el medio porque se cansaron Olmedo y Nieva propio del rival, que sabe batallar”, analizó. “Sin embargo, supimos esperar, llegar y pegar en el momento justo”, enfatizó.
Y en cuanto a las razones del triunfo describió: “El orden, la combatividad, la unión del grupo y después, en el momento que tienen que aparecer, están los que juegan bien a la pelota como los Nievas, Olmedo, Morre, Oliva que, con el sostén de los que tienen experiencia, se sueltan y empezaron a darse cuenta que también pueden estar en una final y ganarla. Falta un montón, pero dimos un paso importante”.
“No sé si esperábamos más de ellos, pero realmente dan todo estos muchachos. A muchos los dirigí, otros los vi crecer y hasta con algunos jugué en contra, y realmente son rivales nunca se dan por vencidos. Saben jugar la finales”, dijo del rival.
“Hace rato que implementó este sistema. Para el espectador pareciera que somos un equipo mezquino, pero nosotros sabemos lo que queremos y con un punto fuerte: el jugador está convencido de lo que hacemos”, concluyó.
“Se disfruta mucho”
Cuando quedaban segundos, Mayco Rodríguez acompaña la “trepada” de Oliva porque, internamente, sabía que algo podía pasar… y pasó. Es que, la pelota le quedó servida, no su inmutó y le dio un pase a la red, causando el momento de mayor exaltación de la final.
Así, con dicho gol, Rodríguez, quien tiempo atrás perdió la titularidad por una merma futbolística, aprovechó sus minutos y se transformó en el apellido de la final. Entonces, fue de los más buscado por los medios pos partido y el joven villamariense, de frases cortas, mostró su felicidad: “Uno bajó el nivel, tuve que empezar en el banco y entonces este gol me brinda una tranquilidad y alegría bárbara”.
“No importaba el resultado, la idea era ganar sea como sea”, apuntó a continuación y remarcó que “se disfruta mucho ganar sobre la hora y más a un rival como Alem. Es algo muy lindo”.
“Había que esperarlos porque en algún momento iba a dejar un hueco y gracias a Dios se dio en el final”, analizó el volante ofensivo quien además destacó que Yrigoyen “en líneas generales estuvo muy bien y la defensa está realizando partidos muy importante”.
“Para la revancha vamos a salir igual. Tranquilos, concentrados y metiendo en cada pelota”, cerró.
Uno x uno
David Pauletti: atento y brindando seguridad en todo momento. No tuvo momentos de zozobra.
Andrés Ferrero: defensivamente actuó bien en el primer tiempo. En el segundo fue punzante con sus “trepadas”.
Adrián Peralta: efectivo en los cierres. No asumió riesgos.
Matías Piovano: impasable por arriba. Mostró mucho aplomo.
Maximiliano Theiler: vivió momentos complicados en el inicio del complemento, pero finalmente se asentó.
Lucas Morre: muy participativo en el primer tiempo. En el complemento cambio de banda y también resultó influyente para su equipo.
Juan Bianchi: condicionado por una amarilla temprana, mostró oficio y experiencia en un sector muy concurrido. Casi que no le brindó espacios a su excompañero, “Manu” Coria.
José Demichelis: un ladero importante para los laterales y con apariciones interesantes en ataque.
Alvaro Nievas: lo mejor de la visita. Movedizo e influyente en el primer período. En el segundo tiempo -hasta que se cansó- resultó un auxilio valioso cuando Yrigoyen se mostró confuso en el primer cuarto del complemento.
Ezequiel Olmedo: un buen socio de Nievas en el PT, con despliegue constante para buscar espacios. En el segundo no incidió y fue remplazado.
Román Piovano: titular después de mucho tiempo, lidió con los Pedernera. Aunque no fue abastecido, trabajó mucho para el equipo.
Mayco Rodríguez: ingresó por Olmedo y brindó frescura. Estuvo en el lugar y momento indicado para anotar el gol de la primera final.
Esteban Oliva: su entrada resultó determinante. Gestó el único tanto del partido con una excelente acción individual.
Matías Bendazzi: entró en la parte final del cotejo. Estuvo cerca de anotar.