El sistema inmune no sólo se ve afectado en operaciones importantes, como trasplantes, sino también en otras intervenciones menores como, por ejemplo, una rinoplastia. Es tarea de los médicos alertar a los pacientes sobre la importancia de cuidarse antes y después de someterse a una operación.
Aunque durante la intervención se extreman las precauciones para minimizar la posibilidad de infecciones o la entrada de microorganismos, la prevención nunca puede hacerse al 100%, por lo que es importante fortalecer el sistema inmune antes y después.
Evitar tabaco, alcohol, cafeína y azúcares, debido a que son debilitantes del sistema inmune. Se trata de sustancias inmunodepresoras que pueden comprometer nuestro bienestar sin motivo.
Comer más frutas. Incluir en la dieta alimentos que refuercen el sistema inmunológico ofreciendo a nuestro cuerpo nutrientes, minerales y vitaminas suficientes. Por ejemplo, podemos poner en nuestra mesa frutas (kiwi, cítricos, melón, frutillas), verduras (morrón, repollo, zanahorias), legumbres, cereales, lácteos, hígado y huevos. Debemos intentar ingerirlos al menos un mes antes de la intervención.
Cuidado con el estrés. La ansiedad no es amiga del sistema inmune, por lo que debemos intentar mantener la calma, relativizar y no darle importancia a cualquier problema. Si la intervención nos causa cierto estrés, debemos hablar con el médico para que nos quite todas las dudas y nos ayude a relajarnos.
Un poco de deporte. Quizás el motivo por el cual tenemos programada una intervención nos impide hacer deporte intenso, pero dar paseos y mantenernos en movimiento redundará de forma positiva en nuestro bienestar.
Descansar. Debemos ayudar a nuestro cuerpo a dormir el máximo de horas posible teniendo un sueño de calidad. El descanso es clave para que nuestro cuerpo se reinicie.
Tomar agua. Tener siempre a mano una botella de agua nos mantendrá hidratados y ayudaremos a nuestro cuerpo a que elimine las toxinas más rápido y a que lleve los nutrientes más velozmente.
Siguiendo estos simples consejos ayudaremos a que nuestro sistema inmunológico llegue fuerte a la intervención y que, tras la misma, pueda luchar con facilidad tanto para que el cuerpo se recupere del trauma como para que no caiga en ninguna infección o problema derivado de una situación de inmunodeficiencia.
Asesoró para el artículo el doctor Ernesto Crescenti (MN 50.776), médico, investigador y director del Instituto de Inmuno-Oncología Dr. Ernesto J.V. Crescenti