Fue exagerada la protesta que impulsó esa entidad en formación”, dijo Alejandro Leveratto (foto), vicepresidente de la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba (Caprolec), al referirse a la medida de fuerza impulsada por la Asociación de Productores Lácteos de Argentina (APLA) junto al gremio de los trabajadores del sector (Atilra) y los transportistas (Atlara), que consistió en el bloqueo de las fábricas lácteas reclamando a la industria que no baje el precio al productor. Finalmente, lograron que retrotrajeran los precios a los valores de junio.
De todas maneras, Leveratto no sale de su sorpresa por el reconocimiento que tiene una organización conformada “con productores que eran de la Mesa de Santa Fe y que, por personalismos o porque no tenían cargos, se enojaron y armaron otro grupo sin tener aún personería”.
“El primero que le dio entidad a APLA fue Arturo Jorge Videla, subsecretario de Lechería, y el que le abrió las puertas del Gobierno, Ider Peretti”, un productor de Morteros que se hizo conocido en el velorio del expresidente Néstor Kircher cuando le gritó a la presidenta: “El campo está con ustedes”.
De todas maneras, entiende que las 17 entidades del sector de los productores lácteos “tienen seguramente buenas intenciones. Lo que pasa es que nosotros llevamos una conducta y no tomamos medidas que no estén avaladas por los productores. Esto fue una exageración”.
“Nosotros, sin gestores, venimos reclamando, como institución con personería y representación real de los productores de Córdoba, una mesa política y técnica para solucionar el problema de la lechería. Ahora, con la leche derramada, le tendríamos que pedir a Ider Peretti que arregle él el problema y que así como el Gobierno metió los dedos cuando la tonelada de leche en polvo estaba a 5.000 dólares, que lo haga ahora que está a 2.000”.
Entiende que “el único que tiene las llaves para una solución real es el Gobierno”. “Esperamos que tomen la decisión política de hacerlo, de resolver el sobrestock, porque si no, en 60 días estamos igual. Cuando aumente la producción por una cuestión estacional, seguiremos con el mismo problema”.
Advirtió además que la baja del precio internacional “no es una sorpresa. Lo veníamos diciendo hace un año y medio para que tomen las medidas a tiempo. Pero no se hizo mucho y ahora parece que no queda otra que llorar sobre la leche derramada”, concluyó.