La Fundación para el Desarrollo Regional Villa María (Funder), hizo público ayer su reconocimiento a través de este medio al ingeniero agrónomo Francisco Rigalt, fallecido el pasado mes de mayo, quien hace más de 20 años sugirió la orientación a la rectora del Instituto San Antonio Nivel Medio, profesora Nilda Gamacchio, dispuesta en aquel entonces a elaborar un proyecto de estudio destinado a despertar el interés de los adolescentes para investigar, conocer y explotar los recursos naturales que le brinda la región.
Fueron acompañados en la gestión por el químico Narciso Ergueta y el ingeniero agrónomo Javier César Martilotti, encargados del diseño del bachillerato con capacitación laboral en la producción e industrialización fruti-hortícola, única en el país.
El proyecto fue aprobado y reconocido por la Superintendencia Nacional de Enseñanza Privada (SNEP) y egresaron seis promociones de alumnos con este título secundario.
En forma paralela, para el acompañamiento y sostén del mismo y con el apoyo de docentes, instituciones del medio y la Fundación del Banco de la Provincia de Córdoba a cargo del ingeniero agrónomo Roberto Peretti, se crea la Fundación, cuyo primer presidente fue el ingeniero agrónomo Francisco Rigalt.
Durante su gestión se organizaron numerosos cursos importantes de interés nacional e internacional, dictados por profesionales de cada área, como Cultivos bajo cubierta, Esencias, Floricultura, Producción de leche de cabra, Comercialización y otros.
El eje principal fue el fortalecimiento del cinturón verde de la ciudad y la formación y perfeccionamiento de la mano de obra vinculada al tema.
Se compraron aproximadamente 30 hectáreas de un campo ubicado en las inmediaciones de la ciudad de Villa María sobre ruta nacional 9, kilómetro 552, con destino a ser un campo experimental para los alumnos del bachillerato, hoy convertido en productor de nuez pecán, duraznos y otros frutos y lugar de encuentro para grupos de personas con diferentes intereses: catequesis de distintos grupos parroquiales, acantonamientos escolares, charlas educativas, reuniones familiares y por convenio con la Municipalidad de Villa María desarrolla sus actividades la Casa de Medio Camino.
“El tiempo transcurre, nada ni nadie puede detenerlo, los días se suceden, los años pasan, las personas cambian pero las Instituciones quedan y permanecen gracias al aporte de asociados y al trabajo perseverante, responsable de las personas que las componen. Por este motivo es para el señor Ingeniero agrónomo Francisco Rigalt nuestro humilde pero sincero reconocimiento y agradecimiento”, manifestaron de la Funder.