-Algunos radicales dicen que con el acto para Martín Gill, usted “se sacó la careta.”
-No fue un acto “para” Gill, fue un acto radical al que invitamos a Gill. Y lo hice a cara descubierta, de frente a todo el mundo. Los que critican desde el partido son los que en 2003 hicieron concejal a Capitani votando la lista que armó Sella con Maceda, los que en 2007 votaron a Costa para que no ganáramos la Intendencia con la UCR… Y nadie nos había regalado nada, porque ganamos la candidatura en internas. Perdieron y se c... en la disciplina partidaria. Ahora dicen que son disciplinados votando a Macri. Que no me vengan con el verso. Yo vi a Mario Negri festejar como loco en la Casa Radical porque ganó el peronista Lavagna en Córdoba con nuestra Lista 3. Que nos digan dónde está la boleta de la Lista 3 y nosotros con gusto la metemos en el sobre y en la urna con las dos manos. Y si nos dicen que no está la Lista 3 y que tenemos que votar a Macri, porque ahora se les ocurrió entregarle el partido a Macri, que no cuenten con nosotros… Yo lo aprecio mucho a Carlitos Gagliano, pero él fue a la Convención Nacional en Gualeguaychú y levantó la mano para aprobar la alianza con Macri. Le entregaron a Macri, representante de los enemigos de Alfonsín, 120 años de historia.
-Bueno, entonces ahora que está “blanqueado” su entendimiento con el peronismo, se podrá hablar de su militancia con Hebe de Bonafini…
-Yo siempre hablé con el peronismo. En los tiempos de la JR hicimos muchas actividades sociales junto con la JP. No me van a correr por ahí. Tendrían que empezar a correr a Jauretche, que con la llegada de Perón salió del yrigoyenismo y fue al peronismo; a Salomón Deiver y al propio Raúl Alfonsín, que una vez en el gobierno, después de tener al sindicalista socialista Antonio Mucci como ministro de trabajo, puso a otro sindicalista, peronista, Hugo Barrionuevo (ojo, no el de ahora de los Gastronómicos), porque Alfonsín sostenía que había que acordar con el peronismo y crear el Tercer Movimiento Histórico para tener fuerza y enfrentar a la Patria Financiera, y a todos los sectores que siempre estuvieron en contra del pueblo. Yo sigo en el mismo lugar de toda la vida, ellos, en cambio, quieren hacer el Tercer Movimiento Histórico con Macri. O sea: Yrigoyen-Perón-Macri...
-No me respondió lo de Hebe de Bonafini…
-Raúl Alfonsín fue fundador de la APDH, yo trabajo con las Madres y algunos radicales se entienden con Macri, que dice y repite que “hay que terminar con el verso de los derechos humanos”. No sé por qué soy yo el que tiene que dar explicaciones. Están desfilando ahora mismo por la Sociedad Rural, por la misma entidad y el mismo escenario donde escupían a Alfonsín y no lo dejaban hablar siendo el presidente padre de la democracia que todavía gozamos.
-¿Vive de lo que le paga Bonafini?
-Hace 15 años que no me pagan los ciudadanos. Dejé de ser concejal y me puse un restaurante; lo atendí yo mismo con mi hijo, lo vendí cuando estaba en la cresta de la ola, invertí en otro negocio, vendí motos, y así me busco la vida desde que soy chico… Lo que pasa es que algunos hubieran preferido que me hubiera vuelto al Mercado de Abasto a hombrear cajones. Pero no saben que en ese laburo del Mercado aprendí de la vida más que algunos de ellos en la universidad. Nosotros teníamos muy poco en la casa de mis viejos y la gente nos daba calor. Hoy la gente me sigue abrazando porque soy el mismo Bachicha. Entonces, los llamo a una reunión o a un acto después de mucho tiempo y vienen. No había ni sillas las otras noches y estuvieron 200 personas paradas dos horas para escuchar lo que queríamos decir.
-¿Y qué les dijo?
-Que no podemos votar a Macri, que es la antipolítica, todo lo contrario a Raúl Alfonsín. Que no es un acuerdo político ni nada, pero que el mejor candidato, el más cercano a lo que pensamos los auténticos radicales, es Gill. Está de acuerdo con los juicios que empezó Alfonsín y que tuvimos que suspender, pero que ahora se están concluyendo. Está de acuerdo con el Salario Mínimo Vital y Móvil que estableció Arturo Illia y ahora se está aumentando. Está de acuerdo con que la universidad tenga su propio gobierno como lo estableció Hipólito Yrigoyen… Pero lo primero es que es buena gente.
-¿Tanto lo conoce?
-Mirá, en Buenos Aires lo fui a ver cuando él era secretario de Políticas Universitarias de la Nación por el desastre que le dejaron los Schoklender a las Madres, y me ayudó a salvar la Universidad de las Madres… Le decimos que ahora no tanta obra pública y que hay que mirar más para el lado de la gente más necesitada, y nos escucha...