El Ministerio de Ciencia nacional financió el desarrollo de productos lácteos capaces de actuar en la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles, mediante un método natural como es la alimentación estratégica de los animales en el tambo.
Desde el año 2001, el INTA y el INTI trabajaron en el desarrollo de investigaciones que permitieron obtener la primera leche con ácidos linoleicos conjugados (CLA), un conjunto de ácidos grasos beneficiosos para la salud cardiovascular y el sistema inmunológico, con promisorias propiedades antiproliferativas.
La clave está en el alimento del ganado. A partir de una alimentación estratégica del ganado bovino, bubalino y caprino, se logró obtener leches con una importante reducción de los ácidos grasos hipercolesterolémicos e índice aterogénico con un incremento en la concentración de ácidos grasos con propiedades ateroprotectoras y antiproliferativas. De esta manera surge la leche CLA con prometedoras propiedades que permanecen en el producto aún después de procesos como la pasteurización o la transformación en derivados lácteos. Estas características constituyen un importante criterio saludable de diferenciación respecto de la leche estándar y la definen como una leche diferente; más saludable para el consumo directo y la elaboración de mantecas, quesos, yogures, helados, leche en polvo u otros derivados.
Entre los logros alcanzados se destaca la actualización de la infraestructura productiva de las empresas asociadas y la dotación de nuevo equipamiento por parte de las entidades públicas.