En la previa de la final de esta noche hubo un villamariense que captó la atención de los medios gráficos y televisivos nacionales. Fue la “noticia” de color más allá de todo lo que rodea en el plano futbolístico a la final. Y a todos los colmó la historia de pasión y fanatismo por River de Federico Giusti, el vecino de nuestra ciudad que, con 26 años, emprendió una aventura impresionante para cumplir su deseo: “Ver la final”.
Giusti se embaló, aunque en medio de su periplo, llegó la “inesperada” medida de que no iban a venderse entradas para el visitante, justo después de viajar de 6.000 kilómetros y atravesando cinco países para llegar: Panamá-Costa Rica-Nicaragua-El Salvador-Guatemala hasta México, más precisamente en Monterrey.
Desde el “país del canal”, Giusti, integrante de la filial local de River “Javier Sodero”, se enteró de la clasificación a la final mientras estaba en pleno función de su trabajo como marinero, oficio que lo llevó, hace seis meses atrás, a tomar la decisión de dejar la ciudad e instalarse en Colombia, más precisamente en Cartagena.
En Panamá, enterado del empate en Paraguay y avizorando que el “Millonario” iba a jugar ante Tigres la definición, emprendió la aventura.
“Hace seis meses que me fui a trabajar a Colombia, como marinero. Trabajo en barcos mercantes y tuve que ir a Panamá. Estando ahí, pensé que si River llegaba a la final con Tigres quizás podía cumplir mi sueño”, expresó Federico al sitio cancha llena, el espacio deportivo de La Nación.
Mientras, habla con todos los que están alrededor, “espía” cualquier movimiento y -principalmente- pide conocer a algún directivo o jugador -tomó mates con Barovero y Ponzio- para encontrar el “ticket” que le permita presenciar la anhelada final, aunque sin los resultados “esperados”.
Por lo tanto, el único hincha “Millonario” que viajó miles de kilómetros arriba de un bondi expresó su deseo por varios programas televisivos que se llegaron a México para “manguear” el ticket ya que, en una potencial reventa, no llega con el dinero; es que, desde Panamá, se fue con lo puesto, un juego de camiseta del club y algunos dólares que le permitió llegar hasta Monterrey, donde ya lleva seis días, alojándose en la casa de un mexicano que le hizo el “aguante”.
Por lo que Federico, quien también viajó a Brasil el año pasado para vivir la euforia del Mundial, prácticamente se convirtió en un habitué más en el hotel Quinta Real donde se alojó River y a la espera de un “guiño” de suerte para estar en el partido, después de una travesía inolvidable que -ansía- tenga un cierre feliz: “Ver la final”.
“Banderazo”
Los hinchas mexicanos de River Plate integrantes de una filial en Distrito Federal anunciaron que hoy a la tarde realizarán un banderazo en la puerta del hotel Quinta Real para acompañar la salida del equipo hacia el estadio.
La convocatoria, iniciada por la redes sociales, es la respuesta a la ausencia de público visitante y la negativa de la directiva de Tigres de poner a la venta localidades para los simpatizantes millonarios con residencia en tierras aztecas.
Sólo un puñado de hinchas de River está en las inmediaciones del hotel donde se aloja el plantel del “millo” Plate, por lo que los jugadores pudieron salir a caminar por el centro comercial con total libertad.