A partir de los datos del tercer trimestre de 2014, el Observatorio Integral de la Región (OIR), dependiente del Instituto de Extensión de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) se puede observar que en la franja etaria de los jóvenes, la desocupación de las mujeres duplica a la de los varones.
Cabe recordar que a partir de la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU) que realiza el organismo en Villa María y Villa Nueva se pudo conocer que los desocupados en ambas Villas son 104.686 personas, la población del aglomerado Villa María-Villa Nueva ascendió a 104.686, lo que representa un 7,8% de la población activa y un 1,4% más que en 2013.
Lo que se mantiene constante es la desigualdad de género. Ya publicábamos con los datos de 2013 que la desocupación de mujeres duplicaba a la de los varones. Los últimos datos demuestran que la situación sigue igual.
“Para realizar las comparaciones hay un supuesto que es necesario aclarar. En un hipotético mundo donde la igualdad de género fuera efectiva, los porcentajes para cada grupo deberían seguir patrones similares a los registrados para los totales poblacionales o al menos no diferir demasiado. Esto sugiere cierta paridad o en todo caso, una leve mayoría del sexo femenino. Estas proporciones van a ser tomadas entonces por hipotéticas y deseables.
Por otro lado, el análisis por categorías va a estar segmentado en tres grupos etarios: personas de 14 a 29 años (jóvenes), personas de 30 a 64 años (adultos) y personas de 65 años y más (adultos mayores)”, indicaron desde el OIR.
Los datos indican que el sexo masculino representa la mayoría de los ocupados para los tres grupos de edad. El 61,5% de los jóvenes adultos, el 56,2% de los adultos y el 65,6% de los adultos mayores.
Por el lado de las personas desocupadas, y dejando de lado la tasa de desocupación como indicador más acertado de la dinámica empleo-desempleo, podemos analizar de manera complementaria dicha realidad para cada sexo, indicaron desde el OIR.
Para el grupo de jóvenes, las mujeres desempleadas son el 10,2%, mientras que los hombres son aproximadamente la mitad con el 5,3%. Esto cambia para el segundo grupo, donde las mujeres desocupadas representan el 4,1% y los hombres desocupados el 5,3%. Esto significa que si bien las mujeres participan menos en el mercado laboral a causa de una mayor inactividad, a las que participan le va un poco mejor que a los hombres. Para los adultos mayores, como se mencionó anteriormente, no hay registros de personas desocupadas, dado que es una edad en donde predomina la inactividad, es decir, personas que no están insertas en el mercado laboral, pero que no buscan empleo.
Inactivos
También se advierten desigualdades de género a la hora de analizar el sector de inactivos.
Del informe se desprende que para el grupo de personas de 14 a 29 años los estudios son la principal causa de inactividad. Para los hombres asciende a casi al 92% de los casos, mientras que para las mujeres representa el 63%.
Por otro lado, el 33% de las mujeres son amas de casa, no encontrándose hombres con esta condición en la muestra, lo que pone al descubierto que gran parte de la brecha entre ambos sexos se explica por la actividad doméstica, que es una actividad indispensable, pero no remunerada y que recae mayoritariamente en las mujeres.
En el segmento de adultos, la inactividad masculina está fuertemente concentrada en jubilados y pensionados (69%), seguido por rentistas (10%) y otras categorías que sumadas llegan al 15%. Vale recordar que el sexo masculino para este segmento etario presenta un nivel de actividad muy alto, por lo que el número de inactivos es bajo (menor al 10%). Los casos de jubilaciones y pensiones crecen con fuerza a partir de los 50 años.
Con respecto a las mujeres, las amas de casa concentran el 60% de los casos de inactivos en este grupo de edad, duplicando el peso que tienen en el grupo de 14 a 29 años. Le siguen con el 32% las mujeres jubiladas o pensionadas. El resto representa el 8%, donde se destacan las estudiantes (4%) y rentistas (1%).
El grupo compuesto por adultos mayores no presenta muchas diferencias en cuanto al sexo. Los trabajadores pasivos representan el 93% en mujeres y el 97% en hombres. Persiste un porcentaje de amas de casa en torno al 4% y de rentistas del 2% de sexo femenino.
Casi la mitad de los trabajadores no tiene obra social
Tal como muestra el cuadro de la Encuesta Anual de Hogares Urbanos surge un dato preocupante: sólo el 60% de los hombres que trabajan y el 54% de las mujeres tienen obra social, que es un derecho que debería alcanzar al 100% de las personas en actividad.