Desde 2012, La Palestina ha puesto en marcha un proyecto prácticamente inédito en escuelas públicas de la región. El Gabinete Interdisciplinario, originalmente nacido en el seno del IPEM 180 Anexo La Palestina, transita su cuarto año de gestión con excelentes resultados, al punto que ha sumado a sus labores el seguimiento de los alumnos del colegio primario de la localidad.
La licenciada Renata Conrero (trabajadora social), la psicopedagoga Jorgelina Rodríguez y la licenciada Jésica Milio (psicóloga) conforman este grupo que realiza el seguimiento y abordaje de distintas problemáticas.
Precisamente, Conrero y Rodríguez dedicaron unos minutos a EL DIARIO, quien las encontró en plena tarea.
-¿Cómo y cuándo surge este proyecto?
-JR: Nace en 2012, cuando le presento la idea a Julio Rodríguez (director del secundario) de tener una psicopedagoga que realizara un análisis institucional, que estuviera en forma permanente en contacto con la comunidad educativa para desarrollar líneas de acción. Cuando empiezo a trabajar, me doy cuenta de que era necesaria la participación de otros profesionales para hacer un abordaje integral porque, obviamente, la psicopedagogía también tiene sus limitaciones. Es allí que se integra Renata y luego lo hace Jésica, teniendo en cuenta que nos hacía falta una psicóloga.
- ¿Por qué deciden la incorporación de una psicóloga?
-JR: Porque todo problema de aprendizaje no es solamente intelectual. Hay también cuestiones emocionales, hay una familia detrás. El sujeto no es alguien que está solo, sino que existe todo un sistema. Más allá de la disponibilidad psíquica, de la personalidad de cada uno, vos estás en una familia y esto también repercute en el desarrollo. Hace un año y medio que funcionamos las tres como equipo y, haciendo un balance, es muchísimo lo que hemos aprendido mutuamente en este tiempo.
-RC: Ninguna de las tres tenía experiencia en trabajo de gabinete porque Jorgelina había trabajado en Trinitarios, pero dentro de un grupo que ya estaba formado. Y tanto Jésica como yo veníamos de la salud y la relación que teníamos con la escuela era a través de intervenciones puntuales. Fue por eso que nos tuvimos que sentar a armar el gabinete teniendo en cuenta el contexto de La Palestina.
-¿Cuándo comienzan a trabajar en el colegio primario?
-JR: Bueno, este año nos convocaron desde la escuela y estamos realizando el análisis institucional del colegio, además de trabajar con algunos chicos.
-Parece que en una comunidad pequeña como La Palestina hay pocos casos que necesitan abordaje y seguimiento, pero a la hora de mirar con detenimiento nos encontramos con que es una sensación equivocada.
-RC: Problemas hay en todos lados y de todo tipo, como en cualquier grupo humano. Lo que tenemos como ventaja en este proyecto es que al ser un pueblo chico, podemos hacer un seguimiento casi personalizado, disponemos de más tiempo para trabajar.
-JR: Lo importante es el trabajo en equipo. Cada caso se aborda desde lo multidisciplinario y eso permite que cada disciplina le aporte su punto de vista, sumado a la labor del doctor Julián López desde el Centro de Salud, que tiene una visión amplia de las cosas. Esa diversidad de opiniones precisamente te permite saber que hay otros puntos de vista y factores a tener en cuenta.
-RC: Tanto en la primaria como en el secundario no sólo se trabaja con los alumnos, sino también con el cuerpo docente, por ejemplo, a través de talleres o charlas. No es solamente abordar los problemas de aprendizaje o psicológicos de los chicos, sino que también les prestamos atención a los inconvenientes que presenten o nos cuenten los profesores.
-¿Hay un patrón de trabajo a la hora de abordar una problemática o cada caso es diferente?
-RC: Hay lineamientos generales, pero en las ciencias sociales uno más uno difícilmente sea dos. Por lo general, te da otro número. Usualmente los problemas son multicausales y podés tener un patrón de cómo comenzar la intervención, pero luego no se puede respetar al pie de la letra porque cada sujeto es único.
-JR: Estamos paradas en un paradigma y es desde donde iniciamos la intervención, lo que no quiere decir que no tomes cosas de otra disciplina para seguir actuando. Hay situaciones en las que podés trabajar desde una perspectiva, pero en otros casos se necesita de aportes de otras ciencias. Cuando tenés un chico con problemas de aprendizaje, hay que trabajar en la confección de una currícula acorde a sus necesidades, pero también hay que capacitar al docente para que sepa cómo manejar la situación. No es cuestión de decirle al profesor que hay que acomodar los contenidos para la necesidad de ese alumno, sino que hay que explicarle cómo hacer ese desarrollo. Se trabaja en la teoría, pero también hay que bajarlo a la práctica.
-¿Hay muchos casos de gabinetes multidisciplinarios en la zona?
-JR: Mirá, hace un tiempo atrás vino un inspector y nos comentaba que no conoce casos de escuelas públicas que tengan gabinetes de este tipo. Esto es posible gracias a esta gestión municipal, que ha apostado muy fuerte por la educación y la salud y nos obliga a esforzarnos al máximo para que se vean los frutos.