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En los fondos de un galpón al que se accede por Maipú 545, pueden observarse cascos de embarcaciones que, vueltos hacia abajo, no acumularían agua de lluvia |
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El mismo día que profesionales médicos revelaron a través de EL DIARIO que hay dos posibles casos de dengue autóctono en Villa María, además del “importado” por una vecina de James Craik desde Brasil, en la Redacción se recibieron varias denuncias referidas a vecinos que no limpian sus patios o depósitos al aire libre.
En el mismo informe de nuestra edición de ayer, el doctor Víctor Scocozza señalaba que precisamente en James Craik, se identificó el jueves último un mosquito del tipo Aedes aegypti. A su vez, el médico Carlos Gagliano recordaba que en la década del ‘90 ya se había detectado ese insecto en el cementerio La Piedad, de esta ciudad.
A Gagliano se le entregaron ayer mosquitos con características muy similares a las del Aedes, que fueron dados a un periodista de este medio por el vecino Pablo Fernández, quien los halló en su domicilio de Alem al 500. El facultativo los hará estudiar mañana en el Hospital Pasteur.
s 400 metros
a la redonda
Las situaciones de falta de higiene específica contra el dengue denunciadas a este medio y constatadas por reporteros gráficos, denotan falta de conciencia de parte de algunos ciudadanos. Y son sumamente preocupantes, debido a que un solo foco de procreación del mosquito transmisor afecta nada menos que a unas 16 manzanas, ya que cada insecto de este tipo se mueve en un radio de 400 metros, según lo indicaron autoridades sanitarias a EL DIARIO.
El peor de los casos constatados es el de un gran patio al que se accede por un galpón ubicado en Maipú 545. Allí se observan cascos de lanchas y botes “en los que cada vez que llueve se junta agua que permanece mucho tiempo estancada”.
“Ya lo denunciamos a la Municipalidad, pero no nos llevan el apunte”, nos refirieron.
Como contracara, otro periodista comprobó que el gomero de la calle Tucumán, en Villa Nueva, atendió el pedido de sus vecinos y retiró las cubiertas que tenía amontonadas en un pulmón de manzana.
Un médico brasileño refirió el viernes precisamente a Radio Mitre que “las cubiertas son un hotel cinco estrellas para el Aedes aegypti”.
Pero no representan el único peligro. Cualquier recipiente, por pequeño que sea (cáscaras de huevo, tapita de gaseosa...) puede servir al mosquito transmisor para procrear.
Es por ello que la información y la concientización son herramientas fundamentales para prevenir que el mal se extienda todavía más.
De nada sirve que un ciudadano limpie, si su vecino no obra de la misma manera.
Según pudo saber este medio, en las próximas horas podría adoptarse la decisión de fumigar en diferentes lugares de la ciudad, entre ellos los establecimientos educativos, siguiendo la metodología que adoptada en diferentes puntos del país (como James Craik, por ejemplo) en los que se descubrió la presencia de Aedes.
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