Especial para
EL DIARIO
Históricamente, el lugar para ver ballenas en Argentina es Puerto Madryn. Pero desde hace un par de años, Las Grutas se está consolidando como alternativa en ese sentido. Aquello se debe a la decisión de los mamíferos, que han empezado a llegar cada vez en mayor cantidad a las adyacencias de la localidad rionegrina, emplazada en las costas del Golfo de San Matías, unos 1.050 kilómetros al sur de Villa María.
En rigor, el punto para salir en excursión es Puerto San Antonio Este, un pueblito que reposa sobre el otro lado de la bahía, a 80 kilómetros de las playas más famosas de la Patagonia. Sin embargo, es Las Grutas el que calza traje de epicentro, gracias a una infraestructura turística que acoge gentíos en verano, y ahora busca hacerlo también en invierno.
Ya en los balnearios del municipio (aquí denominados “bajadas”: van de la cero hasta la seis, y en verano ofrecen aguas que promedian los 25 grados a las vistas de acantilados y grutas talladas por la erosión marítima), se puede contemplar el accionar de las ballenas franca austral, que llegan a este sector de los mares sureños para aparearse antes de retornar a la zona antártica. Lo hacen en pequeños grupos desde los primeros días de agosto, alcanzando las mayores concentraciones entre septiembre y octubre, para finalmente abandonar el lugar a fines de ese último mes.
Espectáculo
conmovedor
Lo que ocurre en el agua es el festival de la naturaleza: enormes ejemplares de hasta 15 metros de largo aparecen en la superficie rodeados de sus crías, volviéndose a sumergir, disfrutando de la vida y brindando sin siquiera saberlo un espectáculo conmovedor. Hay que aclarar que la cantidad de cetáceos reunidos es menor a la zona de Puerto Madryn y la Península de Valdés en sí. Amén de ello, la experiencia reúne los condimentos elementales como para justificar el viaje, sumando al menú el avistaje de delfines, lobos marinos y cantidad de aves.
Pero para apreciar el show de la creación como se debe, no alcanza con las postales que se adquieren desde las “Bajadas” de Las Grutas. Lo mejor entonces será dirigirse hacia Puerto San Antonio Este. Desde allí salen embarcaciones todos los días, a partir de las 9 de la mañana.
Las mismas (bastante más pequeñas que las que transportan visitantes en la Península de Valdés, lo que permite mayor contacto visual con los animales), realizan un paseo de dos horas, tiempo durante el cual pueden llegar a recorrer hasta tres millas náuticas mar adentro. Debido a las cortas distancias, los barquitos permanecen la mayor parte del tiempo con los motores apagados, en silencio, a la espera de las ballenas, de su canto, de su fiesta, de su enigma.