La obsesión por cazar mosquitos transmisores del dengue, nos ha puesto en alerta a los villamarienses con todas las especies que se mueven.
En este caso, se trata de la caza de una pequeña comadreja (foto) en el sector de la costanera. El bicho, el viernes por la noche, se abría paso entre la gente, hasta que se detuvo en un pub, a punto de largar un recital. Los muchachos temían la mordedura ya que se cree que transmite "El merequetengue", enfermedad peligrosa que instalada en el cuerpo, uno no para de bailar.
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